Para que una impermeabilización tenga el resultado y la durabilidad deseada, sabemos que además de elegir el producto apropiado para cada caso, es necesario colocarlo correctamente.
Y el primer paso de la colocación es la preparación de la superficie, por lo cual podemos afirmar sin dudarlo que la impermeabilización depende en gran medida de ella.
Antes de aplicar cualquier producto impermeabilizante sobre un determinado sustrato, por ejemplo el de un techo o el de una terraza, es muy importante efectuar y controlar que se lleven a cabo las siguientes tareas:
*Limpiar muy bien la superficie eliminando el polvillo, los restos de grasitudes, verdines, pinturas y de materiales mal adheridos, y todo elemento o imperfección punzante que pudiera dañarlo.
*Verificar que el soporte –hormigón, contrapiso, carpeta cementicia, piso cerámico, madera, chapa, sistema impermeabilizante existente, etc.- esté liso, sin irregularidades, firme, sin descascaramientos, de muy buenas resistencias mecánicas y preferentemente seco.
*Redondear todo encuentro (radio de curvatura 5 cm ) con muros y babetas perimetrales, con paredes, escalones, conductos y elementos pasantes, lucernarios, bases y zócalos de apoyos de máquinas e instalaciones, bordes de embudos y desagues, etc.
*Sellar previamente las fisuras y las juntas con selladores elásticos y compatibles con el impermeabilizante a aplicar sobre ellas, y en caso de ser necesario reparar y/o alisar los bordes para evitar que puedan perforarlo ante el roce y el movimiento de ambos en el tiempo. También es aconsejable que si la cantidad y el tipo de juntas son de magnitud, como las estructurales, se controle la aptitud de su sellado, dimensionamiento y comportamiento ante las solicitudes previstas.
*Verificar también el estado y normal funcionamiento (incluyendo la ejecución de pruebas hidráulicas) de las pendientes, los embudos y los sistemas de recolección, desague y evacuación de agua.
*Si existieran instalaciones, máquinas y equipos sobre la superficie, se los debe elevar y separar de manera tal que ello permita revestir todos los sectores de la superficie sin impedimentos para trabajar, y sin discontinuidades del impermeabilizante.
*Los accesos y encuentros con escaleras y carpinterías deben tener la altura suficiente (mínimo 5 cm ) para evitar los ingresos de agua por desbordes y tambien para permitir ejecutar los detalles de terminación en esas zonas, y que son correspondientes al sistema de impermeabilización elegido.
Las tareas mencionadas son útiles tanto para obras nuevas, como para reimpermabilizaciones generales, y también para cuando se realicen reparaciones parciales de algún material colocado y a conservar.
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